“El tragaluz”, obra de Buero Vallejo de 1967, plantea “el deseo de evasión de un ambiente oprimente, el choque con un mundo hostil, la muerte de las ilusiones” (1).
¿Qué ocurriría si en ese tragaluz metiéramos a nuestros queridos políticos? ¿Y también a los voceros que con su juego de palabras deforman la realidad en función de sus intereses partidistas? Si, desde dentro, imaginaran la realidad exterior y sintieran el desánimo que sentimos los de fuera, tal vez su comportamiento cambiaría. Aunque, improbables lectores, a estas alturas de la película, habría argumentos para todo y para nada. El tiempo, como de hecho ocurre, transcurre para ellos de otra manera. No hay más que ver lo que nos ha costado llegar hasta aquí por su exagerada tactación.
No sé si me explico. O me he vuelto loco.
Historia de la Literatura Española, José García López, Vicens Universidad, Barcelona, 1990.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.60