Encuentro de las promociones de COU ´76 Instituto de Gáldar – “Saulo Torón”

*Antonio y *Juan Jesús Quesada Quesada Domingo, 25 de Septiembre de 2016 Tiempo de lectura:

antonio quesadaquesadaCuando a finales de junio, a instancias de mi hermano, entré en nuestro viejo Instituto, para pedir las listas de alumnos de nuestras promociones, no pensé en la dimensión, que el simple deseo de reencontrarnos con los compañeros de aquellos años, pudiera llegar a alcanzar.

Si una ley de Murphy dice que “lo que va mal, puede ir a peor”, también es verdad que existe una ley que expone que cuando se juntan diferentes energías positivas se produce una concatenación de hechos que derivan en un suceso excepcional.

Excepcional es el adjetivo para calificar lo que está sucediendo con este 40 ANIVERSARIO DE COU '76 del Instituto de Gáldar “Saulo Torón”. Sin conocer aún el contenido de los artículos con los que comenzamos este proyecto, que tan buena acogida ha tenido en INFONORTEDIGITAL, estamos seguros que aparecerán sustantivos y adjetivos como: solidaridad, esfuerzo, trabajo, educación, amistad, respeto, excepcional, único, entrañable... y muchos más, todos ellos en mayúscula, porque si algo determina a los miembros de nuestras promociones es que hemos vivido y hemos sido influenciados por una época jalonada por importantísimos acontecimientos históricos.

Casi todos hemos nacido entre los años 57 y 60 del pasado siglo, por ello, nuestra infancia transcurrió en las calles, en los andurriales, con la familia, los vecinos, los amigos. Muchos de nuestros compañeros, antes de ir a la escuela, tenían que madrugar para ayudar a la familia en tareas agrícolas o ganaderas; echar de comer a los animales, ordeñar, recoger alguna cosecha..., otros, desplazarse kilómetros andando para llegar a la escuela, En fin, unos años de sacrificio, menor que el que vivieron nuestro padres con la hambruna de postguerra, pero estrechez, al fin y al cabo.

juan jesus quesadaSi para Machado “mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla”, para nosotros “recuerdos de un pago de Gáldar”, de esta Agaldar de la Costa a la Cumbre, terruño agrícola, marinero y comercial. Venimos de jugar al trompo o al boliche, pin huevo y araña, la soga, las casitas, los recortables de papel, de hacer “serreras” un barrio contra otro. Pasamos el tiempo construyendo nuestros propios juguetes: carros de cojinetes, camiones con cajas de fósforos o conserva Conchita, aros con llantas de bicicleta.... De edificar nuestros propios “clubs privados” (chozas hechas con cualquier material a nuestro alcance: cartones, maderas, chapas, hojas de palmera, etc.), en fin, fue una época de agudizar el ingenio y la creatividad, con el entorno como único recurso y compartiendo el tiempo con los amigos y sobre todo: siendo felices con lo que teníamos.

Para no cansar a nuestros lectores, nos vamos a saltar muchísimos episodios de esa etapa, pero una vez conocido el principio, creemos que se podrán hacer una idea de nuestro progreso.

Después de unos años en las escuelas de nuestro municipio, pocas, hete aquí que un buen día, con nueve, diez u once años, nos encontramos en el NUEVO INSTITUTO DE GÁLDAR, recién construido por nuestro AYUNTAMIENTO, tomando el testigo del tan importante e inolvidable COLEGIO CARDENAL CISNEROS, cuna de todos los grandes profesionales que, a la postre, han sido pilares en el despegue cultural y educativo en nuestro municipio.

¡Bendito D. Antonio Rosas, que estás en los Cielos! Tantas cosas hicieron él, sus concejales y vecinos por Gáldar, pero haber impulsado la construcción del INSTITUTO significó un extraordinario avance para toda la comarca Norte (posiblemente, Gáldar sea el único municipio de todo el archipiélago donde ni gobierno central ni autonómico hayan construido un instituto, el que nos ocupa propiedad municipal y El Roque, antiguo centro de primaria reconvertido a IES). No sólo para Gáldar, Guía ya tenía instituto, el recién inaugurado liceo de Gáldar vio como sus aulas se hicieron pocas para albergar a alumnos de toda la comarca: de Gáldar, Agaete, Guía, Moya.

Allí nos encontramos con unos claustros de profesores muy variopintos, de diferentes procedencias: galdenses, de otros municipios, peninsulares; profesores de instituto, doctores, abogados, peritos, profesionales varios, sacerdotes...; rojillos, conservadores, jóvenes, mayores... Pero todos ellos con el deseo de construir algo importante y trascender las aulas para formar personas.

Ahora nos volveremos a encontrar, después de muchos años para recuperar las viejas amistades, aquellas que eran en la adolescencia para toda la vida y que luego el destino nos ha llevado a otros lugares, otras islas o al continente. Fueron siete años de compartir horarios, uniforme, recreos, disciplina, horas a la luz de velas estudiando y horas de pequeñas travesuras en el centro, llantos y alegrías con las notas. Recordar a los profesores rigurosos y distantes y a los más cercanos, pero siempre, con la perspectiva que dan los años, con un cariño y gratitud enorme para quienes nos forjaron como hombres y mujeres.

En ese viejo edificio pasamos, posiblemente, la etapa más determinante de nuestras vidas, llegamos a un centro en pañales, sin luz eléctrica, canchas de tierra, sin duchas...... Pero con un profesorado ejemplar, como decíamos antes, y a lo largo de los siete años que pasamos en ese edificio de la calle Infanta Benchara, se forjaron dos de las más prolíficas generaciones que ha dado la Educación en Gáldar.

Ahora vamos a celebrar un encuentro de las dos promociones que estuvimos siete años en el centro, gentes de varios municipios que hacía años que no sabíamos unos de otros, viviendo en distintos lugares, sea otras islas o en el continente, pero con ganas de recordar unos años muy especiales en nuestras vidas, cientos de anécdotas y vivencias.

De la Gáldar agrícola unida o separada a la capital, según se quiera ver, por la Cuesta de Silva y el túnel de Tenoya, por el coche de hora y los piratas, salimos estas dos promociones a la universidad recién enterrada la dictadura que nos había formado.

Pretendemos con los artículos que aparecerán esta semana, hacer un homenaje a todos los compañeros de promoción y a los profesores que nos dieron clase, realzando sobre todo los valores de nuestra gente y haciendo notar que seguimos con un instituto municipal que pronto cumplirá 50 años y que permanecemos con el mismo clamor social por un nuevo centro para los jóvenes galdenses.

*Antonio Quesada Quesada
Miembro de la promoción 1969/76 del Instituto de Gáldar “Saulo Torón”
Estudió Magisterio en Las Palmas de GC y posteriormente Biología en la Universidad de La Laguna.
Actualmente imparte clases de Matemáticas en el IES Guía.
 
*Juan Jesús Quesada Quesada
Miembro de la promoción 1970/77
Estudió Magisterio en Las Palmas de Gran Canaria.
En los últimos años ha desarrollado diferentes actividades empresariales. Participando en programas de formación de Hecansa y asistiendo a varios Congresos Nacionales de Emprendedores

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