La Aldea explotó de alegría en la tarde de este viernes, con el inicio de los días grandes de sus fiestas patronales.
A las cinco de la tarde, en el almacén de Los Picos, sonó el volador, e inmediatamente, la Charanga de La Aldea, comenzó a tocar, mientras los aldeanos alzaban sus brazos al cielo, comenzando el ritual de la danza anual de ramas de pino verde en honor al patrón San Nicolás.
Las canciones tradicionales de la Rama se mezclaron con el popular Soy Aldeano, cantado al únisono, mientras la cometiva festiva aumentando de participantes.
A pesar del calor, adultos, jóvenes y niños, vecinos y visitantes, compartieron espacio en las calles, en el animado baile en el que no faltó la compañía de los tradicionales papagüevos.
Pino esperaba ansiosa el relevo de la Banda de Agaete, para continuar el baile en la calle principal, y Paqui se meneaba al compás de la música, dando rienda suelta a la alegría festiva acumulada durante todo un año.
Fieles a la cita, desde Agaete llegaron Ulises y Ayose, devolviendo la visita de Rama que hacen los aldeanos cada cuatro de agosto a la villa marinera.
Juan Antonio incordió a Siso, para que no se hiciera la foto de rigor, sin perder el compás de la música.
Mientras la tarde se iba convirtiendo en noche, La Aldea seguía bailando su Rama, ddisfrutando de cada segundo de baile.
Sobre las once de la noche, se dió por finalizada la danza, pero muchos siguieron gozando de la fiesta en la verbena.
Sobre las doce de la noche, los fuegos artificiales anunciaron que La Aldea, ya celebra el día principal de San Nicolás de Tolentino.
Puedes ver una galería fotográfica de la Rama en este enlace.
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