Usuarios de la playa de Sardina muestran su desacuerdo con la forma en la que el ayuntamiento de Gáldar está ejecutando el cierre al tráfico del acceso a la playa.
Según denuncian, hay vehículos que pueden aparcar a pesar de la prohibición, y sin embargo, por el contrario, hay casos de necesidad en los que se deniegan el acceso.
Precisamente, el pasado domingo, una persona que tiene que caminar con muletas, viendo que había coches estacionados en la avenida, solicitó a los agentes de la policía local permiso para que vinieran a recogerla, pero le denegaron el permiso solicitado.
Ante la negativa, nos indica que solicitó que fuera el vehículo policial el que la trasladará hasta la zona en que estaba estacionado el vehículo que la esperaba, recibiendo por contestación un “suba caminando”, acompañado de risas.
Los afectados consideran que es una buena medida prohibir el estacionamiento los fines de semana, pero entienden que en casos de necesidad, la carga y descarga debería de estar permitido y el comportameinto y servicio de los agentes debiera ser al menos más adecuado para con las personas que se lo solicitan.
Además indican, que una prohibición que era solo para los fines de semana, se está llevando a cabo a diario, y de una forma que no es la idónea, ya que personas con problemas de movilidad están teniendo problemas tanto para acceder a la playa como para acceder a los restaurantes de la zona.





























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