¿Nos estamos cargando la democracia?

Después de tantos años esperando y visitando países de nuestro entorno e incluso más lejanos donde se respiraba democracia de verdad, llegó la democracia a España con todas las dificultades que hemos conocido algunos y vivido otros con toda la esperanza e ilusiones puesta en ellas.

Más de treinta largos años llevamos de nuestra llamada democracia fundada y realizada con esfuerzo porque hubo que salvar muchos obstáculos después de una demasiada larga dictadura y los recuerdos imborrables de una guerra civil de hermanos contra hermanos horrible, donde murió mucha gente inocente.

Pero todo esto se superó poniendo y cediendo todas las partes para obtener una constitución viable que llevase a buen puerto y nos sirviera, no para olvidar, pero si para recordar todo lo pasado y tratar de no repetir la misma historia. Luego de unos años ilusionantes por desgracia está llegando la decepción al pueblo que viven muchas cosas que se pensaban mejorar y que aún perduran, aunque se le eche la culpa sistemáticamente a la crisis, este cuento ya no lo traga nadie con lo que vemos cada día con los niveles de corrupción que hay en este país y que algunos pretenden proteger cuando en cualquier país medianamente democrático como poco ya estarían fuera de la política por no decir en la cárcel.

Por desgracia lo que estamos viendo y viviendo es una mínima parte de lo que se está robando en nuestro país, no hay explicación para el colapso de controles económicos que podrían controlar esta situación si no fuera porque están muchos más implicados en la cadena de corrupción.

Este es el principal mal que lleva a los otros, como es es el paro, con cuyas cifras se juega miserablemente engañando al pueblo, los recortes en educación y sus números virtuales, los recortes en sanidad y un largo ect.. Mientras los ciudadanos de a pie siguen pagando sus impuestos, al contrario que las grandes empresas y las grandes fortunas de este país, donde proliferan las mafias de todo tipo y crece la economía sumergida.

No queremos ser pesimistas pero después de tantos años hay que tener sumo cuidado pues con todos estos ingredientes y la maldición de las mayorías absolutas solo alimentamos neocaciques del tres al cuarto que nos llevan a la ruina, esto último ya llegó hace tiempo a nuestros Ayuntamientos con unos malísimos gestores, con excepciones claro, como en toda regla. No olviden los políticos que a esos puestos se accede para servir al pueblo y no para servirse del pueblo, esta frase no es mía los eruditos saben bien quien la dijo hace muchos muchos años.