Microrrelato. "¡Ring, ring!"

¡Ring, ring!

-¡Diga!

Al otro lado de la línea se oyeron jadeos entrecortados.

-¿Quién es? –preguntó ella, pensando que algún amigo estaba gastándole una broma. Suspiros sofocados fueron ahora la respuesta. Y después colgaron.

Se le erizó la piel. Era muy asustadiza; cualquier cosa la alarmaba. Aquella llamada la puso en alerta y decidió llamar a la policía. Fue a coger el móvil cuando, sobresaltándola, sonó otra vez el teléfono fijo. Se quedó dudando qué hacer, pero luego, relajándose un poco, volvió a pensar que podía tratarse de una broma y descolgó el auricular.

-¡Diga!

De nuevo le contestó la voz jadeante.

-¿Quién es? ¿Quién es? –gritó ella, desesperándose.

-No tardarás mucho en saberlo. Estoy cada vez más cerca – dijo ahora la voz, amenazadora, fría.

Amedrentada, colgó el aparato y marcó de seguido el número de la policía. Contó lo que pasaba y el oficial, después de decirle que se pondrían inmediatamente en camino, le aconsejó que asegurara bien puertas y ventanas. Ella, temblando de miedo, siguió las indicaciones y echó todos los cerrojos.

"¡Ring, ring!"

El pánico la invadió. Angustiada, a punto de llorar, cogió el teléfono y gimoteó:

-¿Qué quiere?

-Tu sangre. Quiero toda tu sangre chorreando sobre mi cuerpo.

Casi no acierta a colocar el auricular en su sitio. Totalmente desesperada, a punto de proferir gritos de socorro, ni siquiera consiguió marcar el número de la comisaría.

"¡Ring, ring!"

-¡Por favor! ¡Por piedad!

-Soy de la policía, señorita. Tiene que salir de ahí inmediatamente. Hemos localizado la última llamada que ha recibido, y el intruso se encuentra dentro de su casa. ¡Salga de ahí ya!

El terror que la asedió bloqueó sus músculos. No fue capaz de dar ni un solo paso. Y cuando la puerta del patio, chirriando, se abrió, ella no tuvo tiempo de ver la cara de su asesino. Sin emitir un solo sonido perdió la consciencia y cayó redonda al suelo.

-¡Corten, corten! –gritó el director –. La secuencia ha salido tan perfecta como perfecta ha sido la actuación de la actriz. ¡Felicidades! Me quito el sombrero.