Deporte y educación para la salud
Utilizar el deporte como un medio adecuado para desarrollar habilidades, actitudes y valores, suele ser un pretexto habitual entre los padres, entrenadores y directivos de clubes. Pero, a través del deporte, se puede educar, dependiendo de las estrategias utilizadas y de quién se encarga de enseñar o entrenar. Considerar que el deporte educa por sí mismo, es una opinión generalizada, sin embargo, desde hace unas décadas, las investigaciones han puesto de manifiesto que para favorecer el desarrollo social a través del deporte, es imprescindible saber cómo deben plantearse las actividades, para que realmente contribuyan al desarrollo psicológico y social de los niños y adolescentes.
Uno de los valores que mejor se puede trasmitir a través del deporte, es el de la salud. Enseñar a nuestros niños y niñas a llevar una vida activa con hábitos saludables, es uno de los retos más importantes que debemos de afrontar en las etapas de iniciación deportiva entre los 6 y los 16 años. La problemática social al respecto, implica una llamada de atención para que los entrenadores de la base y los padres, así como los directivos de clubes y las federaciones deportivas; comiencen a aplicar estrategias para conseguir "educar", en este sentido, a los miles de jóvenes del deporte base.
La epidemia de obesidad y estilos de vida poco activos, provocan que cada vez más jóvenes sufran diabetes, una enfermedad que mata a 25.000 personas anualmente en España. Los cambios en los estilos de vida en los que el sedentarismo es una constante, por el abandono prematuro de la practica deportiva, junto a los malos hábitos de consumo de comidas poco sanas, con exceso de grasas y azúcares; tienen estas consecuencias.
Del proyecto HELENA (Healthy lifestyle in Europe by nutrition in adolescence), se concluyeron dos aspectos. Más de una quinta parte de los adolescentes europeos, padecen sobrepeso u obesidad y pocos son los que siguen las recomendaciones de alimentación sobre el consumo de fruta y verduras.
En Canarias, otro estudio concluye que los adolescentes muestran un elevado incumplimiento de las recomendaciones de práctica de actividad física de intensidad moderada y vigorosa, lo que supone un serio obstáculo que les impide que puedan protegerse de los problemas de salud y factores de riesgo que se asocian a las conductas sedentarias.
El gran cambio del deporte en edad escolar, está en el modo en que se organizan las actividades, para conseguir que la experiencia sea positiva y no una fuente de conflicto y frustraciones y que nuestros hijos e hijas permanezcan en la practica del deporte durante la adolescencia y el resto de sus vidas. La difusión del deporte de competición y alto rendimiento y su capacidad de influencia, producen la aceptación sin visión crítica de su significado, formas, métodos y valores al ámbito escolar, lo que ha desvirtuado el significado y el sentido que deben tener estos aspectos en edades de educación primaria y secundaria.
Por ello, los planteamientos del deporte base deben ser otros, distintos al del modelo de competición. Lo importante son los aspectos como propiciar la adherencia al ejercicio físico para evitar el abandono prematuro y desarrollar estilos de vida con hábitos saludables. Los objetivos deben cambiar en cuanto a prioridades y lo que aprendan nuestros jóvenes, para que sea educativo, debe estar por encima del resultado de un partido.
José Miguel Álamo mendoza es profesor Titular de Universidad y Director del Diploma de Estudios Canarios.





























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