Los políticos en campaña electoral por esta ínsula tienen que estar muy atentos a las fechas festivas, ya que si programan un acto justo el día en el que hay romería, difícil van a tener eso de llenar el aforo. El personal no está muy por la labor de tragarse los correspondientes mítines electorales, por lo que la cosa se pone más cuesta arriba si hay que elegir entre el mitín o la romería de turno. Como la cosa no pinta bien para el bando político, que estudien el calendario festivo y elijan días y horas en los que no tengamos fiesta popular de por medio.
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