El PP en la villa mariana está poniendo paños calientes a una situación gubernamental que la única solución que tiene es una bajada de pantalones por parte de los populares frente a la alcaldesa que ellos mismos pusieron. Los populares siguen pidiendo peras al olmo, sin querer entender que lo único que arregla este problema es que renuncien a la alcaldía y que dejen a la no electa por el pueblo durante lo que queda de mandato en la poltrona. Los populares siguen apostando por un pacto que ya está roto, porque en quien confiaron les salió rana política en toda regla.
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