La producción km. 0 y la huella ecológica
Toda actividad humana conlleva una huella ecológica, un gasto energético, unos vertidos al agua, a la tierra y a la atmósfera, un consumo de materias primas. Todo ello se puede cuantificar, a ese impacto lo denominamos huella ecológica.
El gobierno canario ha emprendido la labor teórica de implantar la soberanía alimentaria, aumentar el porcentaje de producción del país para cubrir las necesidades de la población del Archipiélago. Las medidas de apoyo económico y fiscal a la población joven, que quiera emprender la aventura de trabajar en el sector primario, es la gran asignatura pendiente. Sería lamentable que el mayor gasto vaya al estudio, proyectos teóricos y publicitario de la campaña gubernamental.
La producción km. 0, producida en la cercanía, en nuestras islas; de entrada tiene un gran valor positivo al producir una menor huella ecológica, el ahorro de los combustibles que se consumen en el traslado de las frutas y verduras desde la Península o desde el extranjero (manzanas chilenas, por ejemplo).
Según las instituciones internacionales, la producción local debería cubrir un 50% del consumo de la zona. Canarias no alcanza el 20%, es decir, tenemos un déficit del 30%; que sería el objetivo mínimo que deberíamos alcanzar.
Por la diversidad de pisos bioclimáticos y con la aplicación de nuevas tecnologías, existen pocas variedades de frutas y verduras que no se puedan producir en nuestra tierra. Desde las manzanas de Valleseco, los tomates del piso basal, las papas de las medianías, las setas silvestres y reproducidas de forma artificial. El ganado caprino, ovino, vacuno, los camellos de Fuerteventura y Lanzarote, con su valorada leche. No existen justificantes ambientales para alcanzar la soberanía alimentaria.
Si unimos la menor huella ecológica de la producción de Canarias con la expansión de la agricultura biología, que introduzca variedades de árboles y arbustos que luchen contra las plagas, como puede ser el árbol de neem, fácilmente adaptado a las zonas costeras, con baja necesidad de agua, podemos dar un fuerte impulso al sector y elaborar en Canarias el aceite de neem, de alto precio en el mercado internacional.
Cercanía, menor huella ecológica, productos biológicos de calidad.
La labor del gobierno canario no nos debe defraudar, favoreciendo la creación de empleo en el sector primario. Tramitando leyes, ayudas fiscales, financieras, desarrollo de planes de formación, que facilite la labor de los emprendedores del sector agrario canario.
Felipe Enrique Martín Santiago
Profesor de IES Las Huesas
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