Todos los que conocemos al coronel Jorge Clavero Mañueco, Jefe del Ala 46, sabemos del cariño que este aviador peninsular siente por esta tierra. Un cariño que lo ha llevado a leer una extensa bibliografía sobre la historia de Canarias, además de asistir a ponencias y tertulias sobre el tema. Como resultado de ello, me consta, el coronel Jorge Clavero cuenta con un extenso y envidiable conocimiento de nuestra historia. Conocimiento que ya le gustaría tener a muchos de los que se desgañitan voceando a los cuatro vientos una historia de Canarias apócrifa y hecha a medida de sus interese bastardos.
Conocimiento de lo nuestro y amor a esta tierra fueron los ingredientes que conformaron la alocución que pronunció el Jefe del Ala 46 en el día grande de la celebración del 50 aniversario de la creación del Ala. El conocimiento de la historia del páramo de Gando y de su torre, la actual y la primigenia, construida por expedicionarios mallorquines. Esa torre, la de Gando, protagonista de muchos episodios -históricos o legendarios, qué más da- de la conquista de la Gran Canaria, y que en su emotiva alocución el coronel Jorge Clavero Mañueco quiso ponerla como imperecedero testigo del nacimiento y evolución de la Base Aérea de Gando.
Torre y Base Aérea de la mano, ofreciéndole al pueblo canario retazos de historia y de sacrificios, como el de nuestro paisano y compañero el sargento Jhonander Josué Ojeda que, junto con otros muchos compañeros, han entregado sus vidas sirviendo a esta tierra y a su gente.
Mi coronel, sabemos que muy pronto dejará su destino en Gando, pero no se vaya "amaguado" hombre, porque sé que se va con la satisfacción de haber hecho realidad uno de sus sueños: el de convertir la Torre de Gando en un museo donde se recoge una parte muy importante de la historia de Gran Canaria, la que trata de uno de los primeros asentamientos europeos en la Isla.
Quiero terminar este artículo con unos versos de Antonio de Viana, historiador y poeta lagunero, que describen donde están situadas las Islas Canarias. Lo hago así para que el coronel Jorge Clavero Mañueco, cuando esté lejos de nosotros, no se olvide donde estamos, que gente como él, amantes y estudiosos de nuestra historia, son siempre bienvenidos.




























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