Ahí los tienen: dos hermanos: Pedro Lino y Benito Cabrera. Sí, son hermanos porque sienten que la música les une y eso es como tener la misma sangre: la de los canarios que saben trascender las fronteras, no sólo físicas, sino la de las emociones y sentimientos. Voces y sonidos que nos regalan la claridad de los días y la inmensidad del gran azul. Cuerdas que vibran al unísono para recordarnos que en la unidad está la grandeza de este pueblo. Voces únicas y dedos mágicos se deslizan delicadamente en nuestros corazones: es la poesía que ellos representan. Poesía viva y vivida: el arrullo del mar.
Pero ellos aún no lo saben. ¿O sí?





























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