Microrrelato. "El mal padre"

De haber podido verse a sí mismo con los ojos con que le veía su hija, no habría llegado a convertirse en semejante cabrón. Probablemente, no habría necesitado ahogar sus complejos en el fondo de una botella ni aspirar sus miedos con una raya de coca. A pesar de las continuas decepciones, de los infinitos vicios y errores, algunos de ellos imperdonables, ella siempre conseguía ver en su padre aquello de lo que ni siquiera él era consciente. Y es que, sin duda alguna, si a alguien le debía quién era, era a él. Si alguien la había hecho madurar, quizá antes de tiempo, era su padre. Si alguien había guiado su camino, indicándole los pasos que no debía dar y los atajos que no valían la pena, era aquel hombre que le había hecho pronunciar su primera palabra, "papá".

Con lo bueno y con lo malo, había sido la persona de la que más había aprendido en esta vida. Lástima que él nunca llegara a créerselo. Lástima que los hombres difíciles optaran siempre por la vía fácil. Lástima que por más que lo intentara, ella no pudiera prestarle nunca sus pequeños ojos negros.