Aunque a los dirigentes socialistas no les guste reconocerlo, en las pasadas elecciones generales muchos de sus militantes no votaron la candidatura nacional, porque ya se sabe que el voto de izquierdas no es en un cheque en blanco como el de derechas. Ahora, en una consulta directa, casi la mitad de los afiliados socialistas, que pagan su cuota mes a mes, pasan de la misma porque no les han convencido ni las formas ni el contenido, y ese es un dato para tener muy en cuenta, ya que se puede deducir que la mitad de los afiliados no están nada contentos con las decisiones nacionales que se están tomando, y casi la mitad de afiliados que pasan es un síntoma claro de cabreo que se paga en las urnas.






























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