Poco a poco, año tras año, se ha notado la merma de bares y restaurantes que colocan sus puestos en el casco galdense para ofrecer sus tapas de cebolla, por lo que algo ha pasado y está pasando para que esa merma se produzca. Para que la merma no se note mucho, se ha optado por un mercadillo de lo de siempre que es más de lo mismo, y es confundir churras con merinas con lo que se demuestra que creatividad no hay ya que siempre se opta por lo mismo para salir del paso.
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