Aurita Aguiar, siempre en el recuerdo

El Ayuntamiento de Gáldar, familia y amigos, brindaron este martes, 21 de abril, un emotivo homenaje a Aurita Aguiar.

El descubrimiento de una placa en la fachada de su casa en la calle Audiencia, en la que reza "Cantó al mar y a la naturaleza, como a Gáldar y a su gente", abrió una tarde de recuerdos en los que brillaron la personalidad de una mujer sencilla, tenaz, soñadora, que logró el cariño de todos los que la conocieron.

Posteriormente, en la Sala Sábor de las Casas Consistoriales, se celebró la XIV Tertulia Pedro de Vega el Rey con el título "Áurea Aguiar: en el mar de nuestro recuerdo", organizada por el Aula de Humanidades y Sociales Celso Martín de Guzmán de la Escuela de la ULPGC de Gáldar, y moderada por el profesor Juan Sebastián López.

En la tertulia se contó con la intervención de Sebastián Monzón Suárez, archivero municipal e hijo predilecto de Gáldar, amigo personal de Aurita.

"Te busqué, amiga, en el tiempo temprano del jueves ritual y te encontró la memoria en los mismos rincones de siempre, entre las mismas caras y nombres, entre las mismas casas, junto a la misma y larga calle mayor.... Y fuiste de nuevo el sereno manantial de sabiduría, del decir comedido y de los ejemplares silencios.... Después, tu adiós caluroso, ya sin palabras".

Así comenzó Sebastián Monzón su intervención, evocando el recuerdo de la amiga con la que compartió las tertulias de los jueves en el Alcori, a la que conoció desde la juventud, a la que respetó como madre y esposa, con la que compartió pasión por la poesía, de la que valoró su prudencia y discreción, y de la que aseguró que su partida la refleja la sentida copla: "Algo se muere en el alma cuando un amigo se va".

También se contó con la intervención de otro de sus amigos y compañero de tertulia de los jueves, Pepe Aurelio Rosas, quien recordó el apelativo por la que se la llamaba principalmente en Sardina, "Mami", y compartió anécdotas como la de la bandera del hermanamiento con Calatayud.

En el acto también se contó con la lectura de varios poemas de Aurita a cargo de Fabiola Acosta, Alejandro Armas, César Ubierna, Santiago García Ramos, Pepe Aurelio Rosas y Juan Sebastián López.

En nombre de la familia intervino su hijo, Nicolás Guerra, quien agradeció este homenaje, y quien deseó que la serenidad del mar, de la que tanto disfrutó su madre, se adentre en nuestros corazones.

El texto íntegro de la intervención de Sebastián Monzón lo puedes descargar en este enlace.