Y es que al final de la película, todos aflojan euros para la nueva carretera de La Aldea, menos el Ministerio de Fomento, que se va de rositas y sin aflojar ni un mísero millón. Dinero pone el Cabildo y dinero pone el Gobierno regional, pero el Ministerio de Fomento que es el que mayor culpa tiene por sus recortes, no se rasca el bolsillo y además, pasa olímpicamente de la problemática viaria aldeana, por lo que ya pueden sus compañeros de Partido en esta ínsula, afearle sus incumplimientos y racanería.