El estadio de Barrial presenta deterioro en sus vallas, lo que según los usuarios de la cancha, influye negativamente en los bolsillos de los equipos por la gran cantidad de balones rotos al impactar contra dicha valla, algunos nos dicen que sólo duran días y lo cierto es, que la falta de subvenciones por los distintos organismos públicos y privados como venía siendo habitual unido a la crisis, ha cambiado la situación del deporte de los más modestos.

Los padres con sus aportaciones mensuales son los que dan el equilibrio económico, unido con algunas rifas para poder hacer frente a los gastos de funcionamiento, como pueden ser los arbitrajes, entrenadores, agua, botiquín etc.

Por ello entienden, que el Ayuntamiento debiera mantener las instalaciones en condiciones aptas para la práctica del fútbol, sin que suponga peligro alguno para sus usuarios, y que de alguna forma sustituya las vallas metálicas por redes que no llevan mantenimiento y amortiguan mejor los golpeos de los balones, como ocurre en muchos campos de nuestra geografía y que están dispuestos a escuchar distintas formas de recibir algún tipo de subvención para poder mantener activos a cientos de niños y jóvenes practicando deporte, pues se preguntan,  ¿qué sería de estos niños si los clubs cerraran sus puertas? ¿a dónde irían? Señalan que de seguir así, poco a poco los que están se irán marchando por aburrimiento y falta de motivación.

Las imágenes que nos envían son claras y evidentes, señalando que obedecen a una crítica constructiva que realizan a través de los medios de comunicación con el objeto de denunciar lo que consideran evidente.

Por todo ello, esperan que el ayuntamiento tome las medidas oportunas a fin de subsanar dichas anomalías, asegurando que con poco dinero que empleen supone mucho para los equipos que tan necesitados están.