
La alarma ante el posible aumento de infecciones por esta bacteria surge a raíz del aumento inusual de casos detectado en Reino Unido, como recoge en un comunicado la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP), el 2 de diciembre se publicó una alerta en Reino Unido por un brote de Streptococcus pyogenes por el que aumentaban los casos de 186 a 851 en una semana, "con un predominio de las habituales infecciones de la vía aérea superior, como amigdalitis o escarlatina". Las autoridades del país han notificado hasta la fecha 15 fallecimientos en menores.
En España son los dos niños fallecidos por estreptococo A, según notificó este miércoles la Comunidad de Madrid.
¿Qué es?
El Streptococcus pyogenes es una bacteria que puede habitar normalmente en la piel y en la garganta de las personas sanas, capaz de causar una gran cantidad enfermedades de distinta gravedad.
¿Qué enfermedades puede causar?
Las más frecuentes y que en general no presentan ninguna gravedad son, entre otras:
• Infecciones de la garganta o faringitis (que puede acompañarse de una erupción en la piel y se denomina escarlatina)
• Infecciones de piel llamadas impétigo. En algunos casos muy poco frecuentes en niños, esta bacteria puede causar infecciones más graves que se tornan invasivas como:
• Neumonía
• Infecciones localizadas en músculo, hueso o articulaciones (fascitis, osteomielitis y artritis)
• Infecciones diseminadas en sangre (bacteriemia y sepsis)
¿Cómo se transmite?
La bacteria Streptococcus pyogenes es altamente contagiosa y puede transmitirse a través de tos, estornudo, gotitas de saliva emitidas durante las conversaciones o por compartir cubiertos o vasos. Manos contaminadas por secreciones respiratorias son también un vehículo importante de transmisión del estreptococo del grupo A.
En lo relativo a la forma de evitar contagios, muchos de los pasos a seguir son de sobra conocidos para la población, tras la crisis sanitaria del coronavirus:
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Cubrirse la nariz y la boca con un pañuelo desechable cuando tosa o estornude.
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Botar el pañuelo desechable usado a la basura.
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Si no tiene un pañuelo desechable cuando tosa o estornude, debe cubrirse la nariz y la boca con la parte superior del brazo o el codo, no las manos.
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Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón por al menos 20 segundos.
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Usar un desinfectante de manos a base de alcohol si no tiene agua y jabón disponibles.
¿Cuáles son los síntomas?
Los principales síntomas de la faringitis y/o amigdalitis estreptocócica son dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza, enrojecimiento de la faringe y adenopatías (ganglios). Estos signos y síntomas, sin embargo, no ayudan mucho en el diagnóstico, ya que son comunes a casi todos los tipos de faringitis, sobre todo a las faringoamigdalitis de origen viral.
¿Cómo se diagnostica?
La prueba rápida consiste en tomar una muestra de la garganta con un bastoncito de algodón (hisopo) y analizarla. Esta prueba está disponible en nuestros servicios de urgencias. Esta prueba muestra rápidamente si la causa de la enfermedad son estreptococos del grupo A. Si la prueba da positivo, el médico puede recetar antibióticos. Si da negativo, pero el médico aún sospecha que se trate de una infección por estreptococos, puede tomar otra muestra de garganta para cultivo o repetir la prueba en 24-28 horas dado que el cultivo tarda varios días en llegar el resultado.
Los adultos generalmente no necesitan cultivos de garganta después de una prueba rápida negativa. Esto se debe a que generalmente no están en riesgo de presentar fiebre reumática tras una infección de garganta por estreptococos.
¿Cuál es el tratamiento?
El objetivo del tratamiento con antibióticos tiene como objetivo la eliminación de estreptococos del grupo A de la orofaringe, por eso es muy importante realizar la prueba el hisopo, para asegurarnos que es esta bacteria y no un virus, para el que no sirve administrar un antibiótico. La eliminación de la bacteria trae los siguientes beneficios:
– Reducción de la duración y severidad de los signos y síntomas.
– Reducción de la incidencia de complicaciones.
– Reducción del riesgo de transmisión da bacteria para otras personas.
Con solamente 12 a 24 horas después del inicio del tratamiento antibiótico, la mayoría de los pacientes ya no es capaz de transmitir la bacteria a otras personas. En relación con los síntomas, se siente la mejora en 24 a 48 horas después del inicio del antibiótico. Esto significa que un niño o adulto puede regresar a la escuela o a su trabajo un día después del inicio del tratamiento, coincidiendo el hecho de no contagiar.
Pedro J. Martín Pérez
Médico de Familia y Comunitaria
Experto Universitario en Nutrición Clínica y Salud Nutricional
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