Canción del cielo presumido
Tiene motivos el cielo para presumir. En su espacio infinito, que es cada vez más amplio, giran miles de millones de cuerpos celestes de todos los tamaños, como el planeta en el que vivimos, nuestra casa primigenia, compuesto por mar y tierra.
Bañada por el sol durante el día, alumbrada de noche por la luna y las estrellas que chispean en el firmamento, arrullada por las olas, la Tierra es un puntito más en el inmenso cielo, al que quiero dedicarle un poema:
La luna está loca de amor por la noche;
la noche se muere de amor por el sol.
Y el sol se declara, forjándole un broche,
al mar, que regala a la playa su amor.
Las olas se ofrecen con fuerza y derroche
al vasto arrecife, que es como una flor,
que nada en las aguas y lanza un reproche
al astro que duerme y se lleva el calor.
El cielo presume que tiene el afecto
del sol, las estrellas, la luna y la mar
y goza lo mismo del nocturno espectro
que del bello efecto de la luz solar.
Pretende que habita en un mundo perfecto
y va de celeste o de negro estelar.
Texto e imagen: Quico Espino

































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.49