Romance de la mar amarga
ROMANCE DE LA MAR AMARGA
Se encuentra triste la mar.
Se siente muy descuidada,
asfixiada por los plásticos
y por la brea angustiada.
Los residuos de las fábricas,
emponzoñándole el alma,
por sus aguas se dispersan
y a sus habitantes mata.
Está la mar afligida,
dolida y envenenada.
Ella, que nos dio la vida,
pervive martirizada.
Aunque juegan los chiquillos,
las toninas ya no saltan
y las noches se llevaron
los sones de las guitarras.
Refunfuñan las ballenas,
cambian de color las algas
y se estremecen los peces
al ver tan sucias las aguas.
Soñaron los pescadores
que en pena la mar soñaba
con las aguas cristalinas
y con las costas doradas;
que los peces soñadores
se escurrían por las playas
para escuchar a los niños,
que reían y gritaban
y que los fondos marinos,
con la luz de la mañana,
relucían transparentes,
igual que el oro y la plata.
Pero cuando se despierta
la ahoga una negra manta,
que enmarasma la corriente
y que a pasos se agiganta.
Suspirando, ensombrecida,
la mar, que a la tierra baña,
canta su dicha perdida
con una sonrisa amarga.
Quico Espino
































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.183