Emotivo homenaje al director de la Casa-Museo Antonio Padrón, César Ubierna, con motivo de su próxima jubilación

El director de la Casa-Museo Centro de Arte Indigenista Antonio Padrón, César Ubierna, recibió un emotivo homenaje con motivo de su próxima jubilación por parte del grupo de amigos y simpatizantes de la Casa-Museo Antonio Padrón.

El acto, que tuvo lugar este jueves, 29 de julio, se celebró en el exterior de la Casa-Museo de Gáldar y contó con la presencia de un nutrido grupo de amigos 'padronianos' quienes no quisieron perderse este sencillo acto de reconocimiento a la insigne labor de Ubierna al frente de la dirección de la Casa-Museo, dependiente del Cabildo insular de Gran Canaria.

En el homenaje se dio lectura a un discurso de agradecimiento a cargo del productor cultural Héctor Moreno y del miembro de la Asociación de Escritoras y Escritores Palabra y Verso, Roberto Iglesias, quienes desgranaron en un amplio texto los diferentes hitos culturales y artísticos que han tenido lugar en el museo, entre ellas, “Calabazas para el agua”, en el que se consiguieron fondos para construir un pozo en Wara Wara, el proyecto solidario “Baifitos activos”, el anual reconocimiento a la Mujer Rural y la iniciativa literaria “Escritos a Padrón”, que ha contado con la participación de más de 500 autores de diferentes partes del mundo, creando “un vínculo imborrable entre pintura y literatura”, campo en el que también se ha desarrollado actvidades como el Día del Libro en colaboración con la asociación literaria Palabra y Verso, además de las múltiples iniciativas artísticas, pictóricas, conferencias, ponencias y talleres, entre otras..

En el discurso se recordó que la tarea de Ubierna al frente del centro museístico culmina con la celebración del Centenario del nacimiento de Antonio Padrón (2020) y con el cincuentenario de la apertura del museo al público (1971–2021). Asimismo, se puso en valor la gestión del actual director y se enfatizó que “desde 1997, el museo ha vivido un profundo desarrollo que lo ha elevado al reconocimiento regional y nacional en el ámbito cultural”.

Por su parte, el director de la Casa-Museo recordó que los centros museísticos deben de abrise a su entorno y sus gentes, impulsando la creación de espacios de encuentro y acercando el museo a la ciudadanía, a la calle, porque, manifestó, “el objetivo de cualquier museo es ofrecer a sus visitantes momentos de felicidad” a través de la actividad artística. Ubierna agradeció a todas las personas amigas del Museo su implicación y su apoyo a las actividades del centro y, manifestó, muy emocionado, que “sin todos ustedes, todo lo hecho en estos veinte años no habría sido posible”.

El acto finalizó con la entrega al director de la Casa-Museo por parte los amigos de la 'familia padroniana' de una placa conmemorativa con el lema 'A César Ubierna Expósito. En agradecimiento a su trabajo realizado entre los años 1997 y 2021 en la Casa Museo Antonio Padrón – Centro de Arte Indigenista. Los Amigos del Museo. Gáldar a 29 de julio de 2021'. Además, se le hizo entrega de una obra del artista visual Oscar Valido y otra del creador Paco Arana así como de una composición de la imprenta-librería Tip El Norte, de Gáldar.

Discurso de agradecimiento

Veinticuatro años de presencia en este museo no se pueden resumir en un discurso de agradecimiento de cinco minutos. Fue en 1997 cuando César Ubierna llegó a esta Casa Museo, no debió ser una casualidad que se cierren dos ciclos planetarios de doce años (hasta 2021), y coincidiendo por lo tanto con el potencial jupiteriano que se experimenta al final de una docena de años. Tampoco debió ser casualidad que el nombre de Antonio Padrón apareciese en el listado inicial de profesores de dibujo de César, en sus estudios de Bachillerato en el Instituto Sancho de Gracia en 1967. El encuentro no fue posible ya que Padrón decidió no desaprovechar las horas de luz para pintar en dedicarlas a la docencia.

Es la enseñanza la que tiene gran relevancia en la vida de César, un recorrido profesional dedicado al teatro, (tómense los ejemplos de Calimbre o la Sala Insular de Teatro), a la gestión cultural (diversas iniciativas del Cabildo de Gran Canaria) y a los museos (Casa de Colón), pero es principalmente en esta Casa donde ha tenido la posibilidad de ejercer su labor de educación y acción pedagógica, a la vez que las propuestas de innovación cultural.

Toda la tarea de Ubierna culmina con el Centenario del nacimiento de Antonio Padrón (2020) y con el cincuentenario de la apertura del museo al público (1971 - 2021). Desde 1997 el museo ha vivido un profundo desarrollo que lo ha elevado al reconocimiento regional y nacional en el ámbito cultural. Aún conmemora el director en sus palabras “recuerdo el día que llegué al museo, el jardín estaba tapiado, ni siquiera baño, era un solo edificio y un compañero que se encargaba de todo”. Pero ese panorama fue cambiando en los primeros años con la ayuda del incansable Juan López, al que César guarda un especial afecto.

Durante todos estos años, diversos bedeles, personal de seguridad, comisarios de exposiciones, becarios, etc., han ido realizando su trabajo en esta casa bajo la supervisión y ayuda de César, hasta llegar al momento actual, teniendo en cuenta que en el año 97 eran dos personas las vinculadas a esta casa, hasta el momento actual, que cuenta con 7 personas fijas, y decenas de colaboradores y amigos que se han vinculado, formando no sólo un museo para el público general, sino un lugar de enriquecimiento espiritual para los amantes de la cultura local.

Es en este día de hoy, cuando los “colaboradores”, pero sobre todo “amigos” de este museo queremos hacer un homenaje, pero, más que eso un agradecimiento por el tiempo empleado, la confianza depositada en cada uno de nosotros y nosotras, y la oportunidad que se nos ha brindado para llevar a cabo algunos de nuestros proyectos (exposiciones, comisariados, encuentros, presentaciones de libros, etc).

Se podrían contar casi por centenas el número de proyectos llevados a cabo durante estos años, pero por destacar algunos, no podemos olvidar los que el director guarda especial recuerdo, por ejemplo “Calabazas para el agua”, en el que se consiguieron fondos para construir un pozo en Wara Wara, en esta exposición, inicialmente participarían 20 implicados y terminaron siendo 70 con un total de 86 obras presentadas. Otro de estos proyectos solidarios fue “Baifitos activos”, con el que se ayudó a una asociación para personas con discapacidad intelectual.

Se han combinado proyectos musicales tales como “Cuando los colores suenan”, con varias ediciones interpretando la música de Padrón en clave melódica o “Canciones al óleo”, donde la pintura se convierte en armonía. Sin duda uno de los proyectos estrella llevados a cabo por Ubierna es de “Escritos a Padrón”, donde más de 500 autores interpretan en texto libre (poesía, narrativa, ensayo, teatro), una obra de Antonio, que se ha editado en 6 volúmenes que forma una colección de una calidad de la que pocos museos pueden presumir. Más de 500 autores de diferentes partes del mundo y con una distinta iniciativa para hacer un vínculo imborrable entre pintura y literatura.

Tal es la pasión literaria de César, que combinó “Escritos a Padrón”, con la presentación de diversos libros en esta Casa Museo, además de poner especial atención en las celebraciones del día del libro, y de guardar un especial lazo de colaboración con la Asociación de Escritoras y Escritores “Palabra y Verso”, con los que se ha trabajado conjuntamente para acercar la literatura al pueblo y poner la creación a través de la palabra al alcance del público en general haciéndole partícipe de la misma.

También entre las publicaciones destacadas, podemos señalar la colección Indigenismos Transatlánticos, que con su primer volumen titulado “Canarias y América. Puentes artísticos del siglo XX”, se inicia una colaboración que será referencia para los estudios de arte indigenista entre Canarias y el continente americano. Futuras líneas de colaboración e investigación tienen un campo de trabajo abierto en estas relaciones, y ya César ha dado el primer paso para la elaboración de proyectos comunes con el museo de Diego Rivera y Frida Kahlo, referentes del indigenismo en Iberoamérica.

Otro de los proyectos de envergadura han sido las diversas ediciones de “Nacimientos del mundo” y posteriormente “Coleccionamientos: coleccionadores de nacimientos”, en los que en cada navidad El Voladizo se convierte en espacio de encuentro, y donde miles de figuras belenísticas han llenado el espíritu navideño en los últimos 10 años. Otra iniciativa llevada a cabo conjuntamente con la Asociación de Belenistas San Juan de Dios, y luego con diversos belenistas a título personal. El Nacimiento original de Antonio Padrón estuvo presente en varias de las ediciones, y los visitantes se contaban por miles, experimentando un crecimiento exponencial en cada una de las muestras ofrecidas. Belenes inéditos procedentes de todas las localizaciones del mundo, y en la que participaron más de 50 coleccionistas de todas las islas.

No podemos olvidar otras iniciativas de importancia como el Día de la Mujer Rural, en la que se hace un reconocimiento a una persona vinculada a alguna de las tradiciones que se reflejan en los cuadros de Padrón (Quesera, Tejedora o Molinera). En palabras de César “la mujer rural es la que trabaja en las medianías, normalmente no menos de 12 horas diarias”. En los últimos 5 años se ha acercado el trabajo de esa mujer rural a esta casa museo, ofreciendo una muestra de sus labores, utensilios de trabajo o saberes intangibles, todo ello presente en la obra de Antonio.

Cabe recordar las diferentes ediciones de “Maza, Gubia y Formón”, en las que se entrecruzan las labores de diversos tallistas locales con la obra de Padrón. Antonio trabajó la madera en alguna de sus esculturas, pero fueron algunos tallistas de la comarca los que llevaron la obra de Padrón a madera de Nogal, Vitacola, Acebuche, o Riga, así como Haya, Cedro, Roble o Aguacatero, para mostrar una visión tridimensional de los cuadros te Antonio, pero en ocasiones llevado a un lenguaje actual. Especial mención de los tallistas a Manuel Díaz, que ha llevado a tridimensionalidad la obra de Padrón, a la vez que transformándola en un lenguaje moderno.

Una de esas iniciativas a recordar fue la de “Tip el Norte: la memoria impresa”, en la que se rescató el trabajo realizado por la imprenta en los casi 100 años de funcionamiento (inaugurada en 1928), en la que Antonio Padrón tuvo la posibilidad de realizar diversos grabados en los años 60’s. En dicha muestra se recopilaron decenas de fotografías, textos, material de imprenta y publicaciones de interés.

No se puede pasar por alto el proyecto “Antonio Padrón y la Cueva Pintada”, (2006-2007), que coincidiendo con la apertura del Museo Arqueológico, se realiza una revisión de la influencia aborigen en la obra de Padrón. Aún queda la muestra de ese proyecto en el prototipo del motivo principal de la Cueva, expuesta en este museo, y que sirve de ejemplo para establecer la vinculación de Antonio con el arte de las culturas primitivas. Tal proyecto se publicó en un catálogo ilustrado, referenciando no sólo el arte aborigen de Canarias, sino también el de Italia o Francia. La Cueva Pintada era para Antonio algo muy presente en su vida diaria, la restauración estaba en su pensamiento, en su memoria.
Múltiples han sido las charlas, conferencias, cursos o encuentros que se han realizado en el museo. El público en general ha sido el foco de atención potencial en estas más de dos décadas.

Diversos conferenciantes, profesores y especialistas han tenido en este museo las puertas abiertas para impartir conocimientos en el área de Arte, Historia, Geografía, Literatura, Música, etc., en todo momento buscando una conexión con la obra padroniana. El cine ha tenido cabida durante estos años en esta Casa Museo, con la exposición y ciclo de cine de la película Tirma; actores y pintor tuvieron un encuentro en el año 1954.

Los amantes de la fotografía también han tenido representación en estos años, tanto con los cursos de fotografía, como con las exposiciones llevadas a cabo por los propios participantes. En este museo nació el grupo fotográfico “Magnum Nortwest”. Asimismo, las muestras de Fachico y de la memoria rural del Norte han tenido cabida en esta Casa Museo. La fotografía tenía cabida en la vida de Padrón, que con su cámara Leica recogía el paisaje canario de mitad del siglo XX.

César ha divulgado de a través de enseñanza directa en la obra de Padrón en la ULPGC (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria) – máster impartido por Juan Sebastián López, así como en La Regenta y Casa de Colón (Las Palmas de Gran Canaria), Centro de Arte e Interpretación del Paisaje (Moya), Proyecto de Desarrollo Comunitario (La Aldea de San Nicolás), entre otros.

La obra de Padrón ha sido expuesta de manera directa en la Casa Museo León y Castillo (Telde), Iglesia de Santiago y Museo Y Parque Arqueológico Cueva Pintada (Gáldar), Cabildo de Gran Canaria, Centro Atlántico de Arte Moderno y Casa de Colón (Las Palmas de Gran Canaria) y Parlamento de Canarias (Santa Cruz de Tenerife).

Se han establecido vínculos de trabajo con múltiples instituciones, sirva de ejemplo: Agencia de extensión Agraria, Biblioteca Municipal, Escuela Universitaria de la ULPGC “Roberto Moreno Díaz” y Academia de dibujo y puntura Pepita Medina (Gáldar), Biblioteca de Santa María de Guía, Fedac (Cabildo de Gran Canaria), Biblioteca Universitaria de la ULPGC, Escuela de Arte Luján Pérez o Universidad de La Laguna, entre otras.

La obra de Padrón ha incrementado su proyección no solo regional, sino que también ha mostrado interés en otros países. Han mostrado atención y principios de acuerdo diversas instituciones en Lanzarote, Madrid, Berlín y Méjico. En el ámbito local y regional el museo se ha mostrado asequible a todos los ámbitos de la cultura y educación que han mostrado interés. Antonio Padrón se estudia tanto en las escuelas de primaria, institutos de secundaria y ámbitos universitarios, como en Escuelas de Arte y Universidades Populares.

Especial atención ha tenido César con los becarios con los que ha podido contar en los últimos años, procurando que su formación sea completa y que los conocimientos adquiridos en el museo sean de utilidad para su campo de trabajo (Historia, Geografía, Historia del arte, Traducción, etc.). Todos los – las becarios y becarias que han pasado por esta casa tienen el aval de la preparación recibida, y son un seguro para sus futuros trabajos. Algunos trabajan en museos o en la universidad y otros son requeridos por empresas para realizar labores en el ámbito cultural. También este museo ha sido el caso de estudio para tesis doctorales, como la de Héctor Moreno, que ha finalizado el doctorado, investigando acerca de la gobernanza en la gestión museística. Todos ellos y ellas muestran una competencia demostrada tras las destrezas adquiridas en este museo.

Museo que sin duda ha experimentado una profunda trasformación, la más destacada, con la ampliación realizada en el año 2014, y con la que se ganaba un espacio necesario para mejorar la exposición del pintor, a la vez que abrir el camino para la creación del Centro de Arte Indigenista, idea la cuál plasmaba César en el proyecto museográfico realizado algunos años atrás.

Queda pendiente para futuras gestiones, la ampliación a la Casa del pintor y la puesta a disposición del público general de la biblioteca indigenista con los fondos especializados de tal material, de los que este museo dispone. Será tarea de los próximos gestores.

La obra de Padrón disponible para el público también se ha visto aumentada con la adquisición de diversas obras (“La Tienda” 1966), o la donación de otras (“Figuras de un Nacimiento” 1954, óleo sobre masonite, “Paisaje Canario” 1954 óleo sobre cartón, y “Arlequines” 1953, óleo sobre tabla), estas tres últimas en 2017 a todas estas gestiones el director le puso un entusiasmo y cariño desmesurados, para hacer regresar las obras de Padrón a su casa.

Casa que ha tenido siempre la colaboración y asesoramiento de Rosa María Martinón Corominas, que es autora de diversas partituras que han sido versionadas por varios grupos folclóricos canarios y ha colaborado en la musicalización de letras creadas por Padrón, con quien mantuvo amistad. Precisamente en 2012 donó a la Casa Museo Antonio Padrón - Centro de Arte Indigenista, el cuadro titulado “La pescadora”, siendo una de las primeras donaciones que recibió la Casa Museo. Rosa María ha sido un referente para el conocimiento de la vida de Padrón, y en todo momento ha mostrado cercanía y colaboración con César.

Son las obras de “Trabajadores de Plataneras” (1965), “Campesinas” (1965) o “La Trilla” (1967) a las que el director guarda especial cariño. Obras de gran formato, coloristas y que sirven de documento visual para el aprendizaje de las costumbres, labores y tradiciones de la sociedad canaria de mitad del siglo XX. Las dos primeras obras, recuperadas para la exposición en este museo tras la ampliación.

No podemos poner en duda las enseñanzas que César ha podido transmitir a todos los colaboradores y amigos que hemos formado parte de esta casi “familia padroniana”, han sido muchas las horas que estas paredes y este jardín nos han acogido, tanto para un acto cultural, como para un momento de descanso o crecimiento personal – intelectual común que ha tenido sus puertas abiertas para cualquier persona que muestre un interés incondicional por el desarrollo cultural. Se ha creado un museo “para todos” que queda en la ciudad de Agáldar, para todos.

En pleno siglo XXI, el término “Museo Participativo” es el que se está extendiendo en el mundo, pero ya desde hace más de 20 años, esta casa presume de ser un museo abierto, inclusivo, participativo y accesible, en el que los principios de gobernanza se han establecido para ofrecer una gestión acorde a los tiempos modernos. Un museo que se ha fraguado para todos los públicos, tanto para el turista como para el residente. Un museo para todas las edades y gustos, con actividades no para un público específico o especialista sino para el ciudadano en general.

Es por ello, que los “amigos del Museo”, queremos hacer un agradecimiento y reconocimiento a César. Deseamos una nueva etapa vinculada a la gestión cultural. Ubierna seguirá trabajando en el ámbito de los museos, pero también en su otra gran pasión, el teatro, que, unido a la música y la literatura, mostrarán de César algunas de sus mejores ideas. Por todo ello queremos destacar su generosidad hacia todos, abierto siempre a realizar nuevas colaboraciones.

Queremos darle las gracias desde un punto de vista afectuoso y cercano, como amigos y al margen de las instituciones. César tendrá nuestro apoyo y disponibilidad para futuras iniciativas, que estamos seguros vamos a realizar de forma conjunta. Estimado director, estimado amigo, ha cumplido usted con creces las labores de dirección. Muchas gracias por todos estos años de camino recorrido de forma conjunta.