El efecto llamada al racismo

Zeneida Miranda Suárez Miércoles, 09 de Septiembre de 2020 Tiempo de lectura:


Las pateras siguen llegando a las costas canarias sin cesar. Cientos y cientos de personas que arriesgan cada día sus vidas en busca de un futuro mejor. Ya no hay espacio en los lugares habituales de acogida para darles cabida y se les está ubicando en hoteles cerrados para que, así al menos tengan un techo donde cobijarse y comida que llevarse a la boca.


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Con este hecho se ha conseguido que millones de personas pongan el grito en el cielo. Como siempre, al amparo del anonimato que les brindan las redes sociales, han hecho alarde, otra vez, de su racismo exacervado llenando los muros de Facebook con frases como “solo les falta la pulsera del todo incluído”.

Esta vez, además, se ha ido más allá, han circulado fotos de inmigrantes bañándose en piscinas del sur acompañadas de comentarios tan horribles como “¿no se supone que se ahogan en el mar porque no saben nadar?” Todos se tiraron las manos a la cabeza, alegando que esas imágenes iban a producir un efecto llamada y que solo se iba a conseguir con ellas que más y más migrantes se vinieran a Canarias al saber que aquí se les alojaba en un hotel de lujo con piscina.

Las imágenes resultaron ser falsas. Se trataba de fotos de una excursión en la que había jóvenes de un centro de acogida con sus monitores. Por no ser, no eran ni actuales. Entonces, yo me pregunto. ¿Un efecto llamada de qué?

Creo que lo único que se está consiguiendo es un efecto llamada al racismo. Y sí, lo digo abiertamente y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. Sí, todos en algún momento, no hemos tenido algún pensamiento racista, o por lo menos al ver que están alojando a los migrantes en los hoteles no hemos pensando eso de “y millones de canarios en la calle” o “ayuda primero a los tuyos”.

Eso es lo que están consiguiendo con esas fotos manipuladas, esos titulares de prensa amarillista y ese bombardeo constante de información sobre pateras que llegan aquí y allá. No es algo nuevo, pateras a Canarias han llegado siempre a montones, solo que ahora estamos en una situación diferente, viviendo una alerta sanitaria, ellos están enfermos y nosotros también. Ellos llegan débiles y nosotros estamos cansados.

Pero recuerden, ellos son los que se juegan la vida en el mar, no nosotros. Y seguro que al llegar aquí solo quieren un poco de compresión, el hotel de lujo, les da igual.


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