Según la tradición cristiana en el año 324, el emperador Constantino envió a su madre Santa Elena a Jerusalén en busca de la cruz de Cristo, siendo encontrada un 3 de mayo. Santa Elena en su muerte pidió a los creyentes que conmemoren el día de su encuentro y así entró en el calendario cristiano dicha celebración.
El mes de mayo es el mes de las flores, ya existían costumbres paganas de adornar palos para celebrar fiestas en dicho mes, la costumbre fue evolucionando de la mano de la iglesia, cambiando el adorno del palo por el adorno de las cruces, costumbre muy arraigada en toda España y Latinoamérica.
En Agaete no iba a ser distinto, el origen de la celebración se pierde en la memoria de nuestros mayores y probablemente nos remontemos a los tiempos de la conquista y colonización.
La tarde de la víspera del 3 de mayo se enraman las cruces, en las fachadas de las casas se colocaban pequeñas cruces cubiertas de flores, recuerdo en mi niñez ir a coger flores en las abundantes buganvillas o papeleras que entonces bordeaban el "Huerto de las flores".
La cruz más emblemática de la villa, la de "las peñas", se enramaba con solemnidad, acudían el sacerdote junto con los fieles y se rezaba a sus pies.
La cruz de "Santiaguito" era otra de las cruces simbólicas de Agaete, hoy desaparecida, coronaba la cima de una loma situada sobre la gasolinera de los "Titos", en las proximidades de "Cueva Blanca". La colocó Santiago Ceballos y como reza unas palabras escritas en el lugar sobre una losa de cemento, se colocó el 23 de junio de 1942. La historia de esta cruz nos remonta a la Guerra Civil española, tras ser desmovilizados regresan a la villa Santiaguito y su hermano, enfermos por causa de las calamidades de la contienda, al parecer de enfermedad pulmonar, tras unos años se curaron, la cruz es símbolo de vida y de muerte, en promesa y agradecimiento por su sanación decidieron colocar la cruz, la tradición oral dice que el día que acudieron a colocarla les acompañó medio barrio de San Sebastián en procesión.
Cada tres de mayo mientras tuvo fuerzas, Santiaguito y numerosos vecinos de San Sebastián subían a enramar la cruz. Santiaguito fue muy popular entre varias generaciones por ser durante muchas décadas, hasta su jubilación, el peculiar portero y acomodador del viejo cine de Agaete.
Inscripción al píe de la cruz.
Cruz de Santiaguito (http://agaetehistoriasypersonajes.blogspot.com.es/)
Otra de nuestras peculiares cruces es la que se encuentra sobre el "Roque Antigafo" o Roque de las Nieves, colocada con ocasión de la llegada del siglo XX, llamada "cruz del siglo". Se colocó según la tradición oral a las cero horas del día 1 de enero de 1900, en medio de repique de campanas, fuegos artificiales y hogueras para alumbrarse, entre el grupo de jóvenes de entonces que subieron al Roque se encontraba Pedro Martín Santana, padre de Anselmo Martín.
La "cruz del siglo" del Roque Antigafo (1977, el autor del blog en la cruz)
LA CRUZ DE "BARTOLO PAPA": En los años cuarenta del pasado siglo apareció por Agaete un personaje llamado Bartolo Sosa Falcón, al que, como no podía ser de otra manera, se le colocó un nombrete y como se dedicaba a plantar y vender papas, "Bartolo papa" se quedó, al parecer era de Santa María de Guía. Compró un terreno en la zona entre la actual finca de La Laja y la siguiente hacia el fondo de los Berrazales. Se empeñó en construir un pozo para buscar agua. Comenzó a perforar y cuando llevaba cerca de doscientos metros excavados, como seguía sin aparecer el agua, desesperado por que el preciado líquido no aparecía, prometió colocar una cruz en un lugar de difícil acceso, en las faldas de las laderas de Tamadaba, justo encima de donde estaba excavando, al llegar a los doscientos metros de profundidad apareció el agua. "Bartolo papa" cumplió su promesa y colocó la cruz.
El pozo de Bartolo papa es probablemente el pozo de mayor profundidad de Agaete. (situación de la cruz en las siguientes fotos gentileza de Jorge Saavedra Bolaños).
Otro de los motivos de colocar cruces, esta vez en caminos y senderos era para señalar el descanso de los entierros, llamándose a estas cruces, "la cruz del descanso".
Hasta la década de los cincuenta del pasado siglo los fallecidos en los barrios del Valle, el Risco o los Llanos, se traían a hombros hasta la parroquia de Agaete, por lo que había que habilitar lugares para descansar los acompañantes y la caja con el difunto.
Cuando el difunto era tan pobre que no tenía ni para el ataúd, se usaba uno comunal que se guardaba en cuevas y que una vez enterrado el finado se devolvía a su lugar para el siguiente uso.
Cruz del descanso en el "Turman", camino vecinal a Gáldar, por donde llegaban los entierros de los "Llanos". (con la cruz cargada)
En la carretera del Valle existen varias cruces del descanso, siendo la más llamativa la cruz que está a la entrada del pueblo y que da nombre al lugar, "la cruz chiquita".
Otras las podemos encontrar en el camino al Risco o en el camino a los Llanos, actual Piso Firme. Era una costumbre orar por el alma de los difuntos al pasar por estas cruces, colocar dos piedras sobre ella, quitar otras dos y rezar, lo que se conocía como cargar y descargar la cruz.
Cajas comunales que se usaban cuando el difunto no tenía ni para pagarse el entierro.
Una cruz curiosa y con historia es la cruz colocada en la fachada de la iglesia junto a la puerta pequeña de entrada.
Esta Cruz fue colocada en conmemoración de la "Santa Misión" que visitó la localidad entre los días 9 y 16 de diciembre de 1951, preparando la llegada de la virgen de Fátima que llega el 16 del mismo mes y que tan grato recuerdo dejó en aquellas generaciones. Eran tiempos de gran fervor religioso y los sermones de los padres misioneros Uranga y Ozaeta, siempre estuvieron en la memoria de nuestros mayores.
Hay otras cruces diseminadas por la geografía de la villa, señalando el lugar del final de una manera trágica de la vida de alguna persona o como memorial de los que dieron la vida por la patria, eso sí, en uno de los dos bandos, llamada "Cruz de los Caídos".
Agaete siempre ha sido un pueblo amante de sus tradiciones que no se pierdan nunca.
Enramado de la Cruz de las Peñas, 2-5-2017.
La cruz de las misiones de 1951, engalanada. 3-5-2017
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