Autoridad vs. Autoritario
Los directores están investidos de autoridad por las administraciones públicas, que les confieren para la gestión de su labor. La labor de nuestros compañeros es, de entrada, respetada por todos los agentes escolares.
La problemática surge cuando se confunde una escuela democrática con el huerto de su casa, cuando el significado semántico de la palabra autoridad se ve desdibujado por el de autoritarismo.
El director, cuando es un auténtico líder, genera espacios de libertad. Los trabajadores de la enseñanza podemos desarrollar las iniciativas tendentes a una mejora de la escuela pública; apoya e incentiva iniciativas sin sentirse amenazado por el desarrollo de sus compañeros de trabajo. Reconoce los logros de los demás y es agradecido con el apoyo recibido pues sabe que no es posible avanzar solo.
La persona autoritaria es fácil distinguirla, observa en tu trabajo si tu jefe considera a los demás una amenaza. Si tiende a querer mantener todo bajo su control. Ten cuidado, te puedes encontrar ante un Homo Autoritarium.
La confirmación de la hipótesis viene dada si manifiesta que nada se puede hacer sin su permiso. Da igual su afiliación, desde el PP a Podemos, estamos, sin duda, ante un Antecesur del Homo Sapiens Sapiens.
Si él dicta órdenes, las cuales deben ser acatadas con prontitud y sin discusión, ya no tenemos dudas; lo mejor es pedir traslado o ser sumisos.
La cosa se agrava si no admite excepción alguna a sus exigencias; expediente en curso a tu falta de profesionalidad.
¡ Que Dios te coja confesado!
La persona autoritaria siempre considera a los demás una amenaza. No lo olvides.
Felipe Enrique Martín Santiago, profesor del IES Las Huesas
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